La Asociación Parkinson
Valencia ha elegido a su nueva Junta Directiva a la que se ha incorporado como
tesorero, el conocido empresario valenciano, Damián Frontera. El principal
objetivo de la nueva Junta es la concienciación social acerca de esta enfermedad
que afecta a más de 5.000 personas en Valencia.
La nueva Junta Directiva está formada, además de por Damián Frontera, por la presidenta, Julia Climent; el
vicepresidente y secretario, Pedro Pujol; y los vocales Vicente Rodrigo, Félix
Carrascosa y Bárbara Gil.
En la primera reunión de la nueva Junta
Directiva, llevada a cabo en el mes de julio, se aprobaron diversos objetivos
como el traslado a la nueva sede, previsto para diciembre de 2015 y que
permitirá a la asociación ofrecer más servicios a sus asociados, la redacción
de unos nuevos estatutos, la elaboración y presentación del censo de personas
con Parkinson de la Comunidad Valenciana, y editar un nuevo boletín de noticias
para sensibilizar a la sociedad acerca de esta enfermedad.
En este sentido, el verdadero reto de la asociación es darse a conocer
“para concienciar a la sociedad y para que tanto las familias como los propios
enfermos sepan que estamos aquí para ayudarles”, manifiesta Julia Climent.
Como la Presidenta explica, “debido al envejecimiento de la sociedad, cada
vez vamos a tener que enfrentarnos a más personas con enfermedades como el
Parkinson, que no tiene cura. Por ello, es muy importante que la sociedad
conozca que con un diagnóstico precoz y las terapias adecuadas, el enfermo
puede aprender a convivir con la enfermedad y mejorar su calidad de vida”.
A Julia Climent también le preocupa que la falta de recursos económicos
pueda apartar a una persona con Parkinson de estas terapias. “Por ello,
necesitamos hacernos visibles para recaudar fondos y poder llegar también a
quien no puede costearse las terapias. Necesitamos ayuda para poder ayudar”,
asegura.
Finalmente, Climent también considera necesario darse a conocer para que
los propios enfermos se acerquen a la asociación y conozcan las terapias que
pueden ayudarles a mejorar su calidad de vida y la de sus familiares. “Uno de
los mayores problemas al que se enfrenta la persona con Parkinson es la propia
aceptación de la enfermedad. Desde la asociación vemos fundamental ayudarles a
asumir sus limitaciones y a reconocer que va a llegar un momento en que se van
a tener que enfrentar a un deterioro cognitivo”.